La finca de riego ‘El Cercao de San Luis’, plantada en abril de 1999 con la variedad Arbequina i-21R en Villarrubia (Córdoba), ha continuado su tendencia regular de producción al cosechar este año 7.810 kilogramos de aceituna por hectárea, de los que se han obtenido 1.264 kilos de aceite virgen extra. El rendimiento graso ha disminuido este año en relación al logrado en la anterior campaña, pero ha conseguido una buena producción que mantiene la constancia y regularidad que caracteriza a la variedad Arbequina i-21R.
Un dato a destacar si se tiene en cuenta que ‘El Cercao de San Luis’ se asienta sobre un suelo arenoso que presenta dificultades para retener el agua que se le suministra. Sin embargo, esta limitación no impide que, aun teniendo una producción media en kilogramos de aceituna, los rendimientos grasos sean muy altos. En concreto, la media de rendimiento graso de aceite de ‘El Cercado de San Luis’ es de un 18,8%.
Se trata de una finca de olivar que, plantada en seto, facilita su poda porque, aunque los árboles tardan en coger el tamaño que los convierte en adultos, luego no crecen de forma desaforada, por lo que la poda que se le aplica es más liviana.
De hecho, los olivos de ‘El Cercao de San Luis’ se han comportado de forma excepcional hasta el punto de que no han supuesto mayores problemas que los de otras fincas cuyos terrenos facilitan más el crecimiento de los árboles y la tipología de suelo, su principal limitación productiva, no ha impedido que todas las cosechas, ‘El Cercao de San Luis’ haya producido de forma constante y regular aceites de gran calidad 100% virgen extras.
Se trata de una finca que en 2017 cumple 18 años, a pesar de lo cual presenta un estado vegetativo espléndido. Tanto es así que en la actualidad cuesta diferenciar la edad que tiene la plantación si se compara con otras más jóvenes.
Todolivo, en su afán por innovar en el sector de la olivicultura, se marcó como objetivo comprobar cómo se comportaba el olivar en seto tanto en tierras más arcillosas y francas, como lo son las de las fincas propiedad de la empresa ubicadas en Pedro Abad, como en otras arenosas que se encuentran a las faldas de la sierra cordobesa.
Sin embargo, tras años de cosechas, esta firma cordobesa, experta en cultivo de olivar en seto, ha conseguido tener unas fincas que son muy rentables y también sostenibles ecológicamente para el agricultor. De hecho, en esta finca concreta se aplicó en su plantación litonita, un mineral de origen natural que retiene los nutrientes procedentes de la descomposición de restos de poda triturados para luego ponerlos a disposición de la planta, reduciendo así notablemente el aporte de fertilizantes que habría que suministrarle a la plantación.
La litonita actúa, además, como una esponja absorbiendo y desorbiendo el agua y mejorando la estructura del suelo, facilitando con ello su aireación.